Sin clausula gatillo para los docentes, el chivo expiatorio perfecto del gobierno ahora son los gremios

Si volvemos un año y medio atrás, en los inicios de la gestión del Gobernador Zdero, los gremios docentes comenzamos a solicitar audiencia a la Ministra de Educación y a prepararnos para una negociación salarial como cada principio de año, con la intención de lograr mejoras salariales para la docencia en general.

Sin embargo la primer medida que tomó el gobierno (evidentemente planificada) fue desconocer la representación laboral de los docentes poniendo obstáculos a la operatividad de los sindicatos con maniobras de supuesto «ordenamiento» atacando a la organización de los trabajadores en el mayor intento por silenciar cualquier reclamo que afecte su gobernabilidad. Esto, con el tiempo resultó en una clara intención de desarmar a los docentes en sus reclamos eliminando su representación o sea a los únicos que pueden sentarse a dialogar legalmente con los gobiernos. Callar a las voces legalmente habilitadas para decir lo que no quieren oír, de eso se trata. Y para ello usaron (y usan) todas las armas posibles, notas periodísticas, manipulación en redes sociales (pagadas por todos) y sobre todo la demonización de cualquier intención de reclamo organizado. Para confundir a la sociedad en general poniendo como enemigo público a los trabajadores.

Pero los gremios docentes estamos acostumbrados. No es la primera vez que lo hacen, aunque esta vez avanzaron con la impunidad sin vergüenza que les da el poder. Y se nota. Se nota en las palabras agresivas y cargadas de enojo del gobernador y sus funcionarios cuando no pueden evitar hablar del reclamo de los docentes. Docentes que necesitó para ganar las elecciones y que hoy pone en pausa. Docentes que, no importa el gobierno, siempre estamos luchando por mejorar el sueldo y la vida de nuestras familias.

Mientras tanto, la realidad golpea a los docentes. Las promesas de campaña se diluyeron tan rápido que ni siquiera los simpatizantes partidarios pueden escapar a las necesidades diarias y a la falta de respuestas. Las palabras del entonces candidato Leandro Zdero todavía resuenan en los videos viralizados de celulares y computadoras: «En mi gobierno los docentes van a cobrar dignamente». Así decía… y los docentes confiaron en que tenía la receta lista.

Diputados oficialistas rechazaron la clausula gatillo por ley

Este Miércoles 20 de Agosto en la Cámara de Diputados se iba a aprobar la cláusula gatillo por ley, con un proyecto de ley (291/21) presentado por el propio Gobernador Zdero entonces diputado provincial en 2021. Pero como si fuera un acto de venganza contra sus pares del partido contrario, el bloque radical a quien se sumó la diputada Andrea Charole (otrora justicialista) en una maniobra fuera del reglamento pero aceptada por la presidente, mandó el proyecto 1638/25 al archivo (no se puede volver a tratar por el término de un año). Lo triste fueron los discursos agresivos y chicaneros de los diputados hoy oficialistas para con los docentes y con los gremios en general, dudando de lo genuino del reclamo e importándoles nada la situación salarial docente: la estafa electoral se consumaba.

Por todos lados, el gobierno habla de ordenamiento, de ahorros aquí y allá, de reasignación de fondos, de cierre de «kioskos», de culpables por doquier, etc. y aunque todos suponíamos que según los números de inflación en baja que anunciaba mensualmente el gobierno nacional los fondos ya alcanzarían para mejorar; a mediados de Julio el rumor de que no se pagaría la segunda cláusula gatillo del año, cobró fuerza y cuando anunciaron el pago de los sueldos de Julio, la omisión de la cláusula gatillo fue un baño de realidad para los docentes: la estafa electoral se consumaba.

Lo llamativo del gobierno es que en la ola de explicaciones que salen a dar sus funcionarios en la prensa contra los reclamos docentes es que ninguno le explica a los docentes porqué prefieren gastar dinero en eventos superfluos o publicidad excesiva, y no en cumplir con la palabra empeñada (slogan histórico que pierde valor en sus propias bocas).

Casi siempre el efecto de cualquier argumento débil es tan efímero como insostenible por su propio peso. Por eso es que con este modelo de administración (individualista y autoritario) los problemas casi nunca encuentran soluciones para todos. En lugar de propiciar un diálogo constructivo y consensuar soluciones prefieren todavía seguir opiniones de asesores con mas intereses propios que colectivos. Y con la soberbia que los caracteriza, intentan tapar todo con grandes propagandas pero pocas concreciones genuinas desembolsando grandes sumas en campañas publicitarias que al final del día no pagan una boleta de servicio, o compran un calzado, o pagan el plus médico de un trabajador.


Lo único evidente es que eligieron el chivo expiatorio perfecto: LOS SINDICATOS, los que tienen la voz legal de los trabajadores organizados y que de otro modo no son escuchados. Está claro que en lugar de responder con la solución, siguen eligiendo la excusa.


Hoy los docentes y gremios presentes en la cámara escuchamos al bloque oficialista (con varios diputados docentes) minimizar el reclamo, como si este no fuera justo, como si este no fuera real, como si los crueles aumentos en servicios esenciales, combustible y costo de vida simplemente no existieran. Hoy, los que dijeron hablar «sin intermediarios con los docentes» mostraron su verdadera cara y con hechos ejecutaron al trabajador como fusible de su receta fallida.