Querida Luisa: Amé tu carta a «La niña que fuí». Una redacción que me atrapó, que deja al descubierto tu amor por la profesión, una profesión que amo tanto como vos y la que no fué cursada por vocación, sino como tantas y tantos colegas para sumar puntaje a mi carrera como maestra de grado.
Agradezco tu carta, ojalá en cada Biblioteca haya seres como vos o como la bibliotecaria de entonces que te atrapó, la señora Elena que contagie y conquiste a los lectores y usuarios.
Me quedo con las frases que escribiste «Nunca me dio lo que pedía; me daba lo que necesitaba, incluso antes de que yo lo supiera», «Soy la «buscadora de tesoros» oficial», «…mi mejor parte del día es ver a alguien irse de aquí con un libro en la mano y una sonrisa en el rostro»
¡Te felicito y es mi deseo que este amor por el «SER BIBLIOTECARIA» siga creciendo, se fortalezca y logres contagiar esta pasión a tus colegas!
Gladys Hakanson
Profesora